Ya hemos pasado un fin de semana en Lisboa y 2 días en Rotterdam...esta vez viajamos hasta Oslo para disfrutar 24 horas de la ciudad noruega.
Si quieres saber qué no perderte durante tu viaje, no pares de leer y prepara la maleta: ¡despegamos!
El estanque Spikersuppa
La característica más destacable de este estanque es sin duda que puedes disrutarlo de forma diferente dependiendo de la época en la que vayas. Durante los meses más cálidos, ¿por qué no tumbarte en la hierba a descansar un rato? Cuando el invierno llega, ¡no creas que es menos especial! Las temperaturas son tan bajas que el agua se congela y el estanque se convierte en una pista de patinaje sobre hielo, así que alquila unos patines y ¡a divertirte!
El Grand Hotel
Un prestigioso hotel de lujo que no solo es impresionante por fuera, si no que goza de gran importancia histórica ya que cada año se aloja el galardonado con el Nobel de la Paz y en cuya cafetería el dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen acostumbraba a tomarse su café cada mañana.
El barrio Grünerlokka
Mercadillos, casas de colores, street art... ¡pasear por Grünerlokka es toda una experiencia! Y es que el barrio más hipster de Oslo se emrece como mínimo una visita. Cafeterías, pubs y tiendas de segunda mano compiten por el protagonismo en sus calles. Si continuas caminando hasta llegar al río Akerselva descubrirás antiguas fábricas transformadas en tiendas, restaurantes y cafeterías.
La Ópera de Oslo
A orillas del fiordo se encuentra el edificio más grande del país, con 38.500m2. Quizás lo más curioso de ese edificio-escultura es que puedes subir a su tejado y disfrutar de unas vistas inmejorables. No te pierdas las visitas guiadas para descubrir todos los secretos de esta obra de arte arquitectónico.
Dónde dormir en Oslo
Foto de portada de Tiare Balbi